Por Valentina Roso
El IVIC desarrolla una alternativa que busca reducir los efectos adversos de los tratamientos convencionales
Este jueves 3 de julio, la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, dio a conocer que los científicos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) están en la búsqueda de optimizar el tratamiento del cáncer de mama en el país mediante la reducción de los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia.
Un proyecto que solventaría una emergencia de salud pública
Científicos del IVIC han trabajado en una molécula experimental que podría transformar el abordaje terapéutico de esta enfermedad.
El proyecto, liderado por el doctor en química Álvaro Álvarez, consiste en modificar el medicamento Tamoxifeno mediante la incorporación de un átomo de gadolinio, con el objetivo de potenciar sus efectos cuando se combina con radioterapia.
La investigación se desarrolla en el Laboratorio de Fisicoquímica Orgánica del Centro de Química Dr. Gabriel Chuchani y forma parte de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández-Morán. Tras la síntesis de la molécula, explicó Álvarez, se realizarán pruebas in vitro en las que, si los resultados son positivos, se podrá avanzar hacia estudios en seres vivos.
Una alerta silenciosa: riesgos del cancer de mama
Estadísticas mundiales de este año que preocupan al sector de la salud sugieren que entre el 10 y el 15 % de los casos de cáncer se asocian a antecedentes hereditarios. Mutaciones genéticas, como las que afectan a los genes BRCA1 y BRCA2, pueden aumentar significativamente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad a lo largo de la vida.
En Venezuela, este avance científico también cobra relevancia en el panorama actual del país. Según la Sociedad Anti Cancerosa de Venezuela (SAV), el cáncer de mama se consolidó como la principal causa de muerte oncológica en mujeres venezolanas para finales del 2024.
Mayor calidad de vida para los pacientes
Uno de los principales objetivos del proyecto es reducir los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, que suelen impactar significativamente la calidad de vida de las pacientes. La molécula en desarrollo podría permitir disminuir la dosis de radiación sin comprometer la eficacia del tratamiento.
“Es de sobra conocido la incidencia y la importancia de los casos de cáncer mamario en la población de los países en desarrollo y Venezuela no es la excepción”, afirmó el doctor Álvarez en declaraciones que hizo para el Ministerio de Ciencia y Tecnología. A su vez, la ministra Gabriela Jiménez destacó que este tipo de investigaciones fortalecen la soberanía científica del país.
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